La sucesión es habitualmente considerada como uno de los problemas más difíciles de la empresa familiar, y retrasarla indebidamente constituye una de sus trampas profundas. Una estructuración adecuada del problema requiere avanzar en algunos procesos. La preparación de sucesores, desde su selección hasta su inclusión en la organización. El desarrollo de la organización, de manera que la estructura de responsabilidades y los sistemas de dirección respondan a las nuevas situaciones. Completar las relaciones entre la familia y la empresa, para la clasificación de los distintos roles. Y por último, la preparación para un retiro lleno de significado para la persona directora y dueña de la empresa, según el tipo de habilidades que desea seguir desarrollando.
Como sabemos, las empresas familiares son muy distintas entre sí. Por lo tanto la preparación de sucesores requiere tomar decisiones sobre el tipo de empresa que se desea ser. La preparación cubre tres etapas:
- La educación en la casa, la escuela y la universidad
- La experiencia orientada básicamente a aprender a delegar en otras personas y a saber integrarlas, coordinarlas, en la consecución de objetivos, así como a aprender a conducir cambios
- La carrera profesional en la empresa, como elemento motivador para hacer el esfuerzo de perfeccionar las propias cualidades.